UBICACIÓN GEOGRAFICA
La provincia de Tucumán se sitúa en la mitad occidental del norte argentino, entre los paralelos de 26º04’ y 28º01’ de latitud sur y los meridianos de 64º30’ y 66º10’ de longitud oeste. Limita al norte con la provincia de Salta, al oeste y al sur con Catamarca y al este, con Santiago del Estero, lo cual la hace parte de un circuito turístico atractivo, como es el Norte Argentino.
Siendo una jurisdicción de menor tamaño que las otras de la región, unos 22.524 kilómetros cuadrados, presenta una característica muy llamativa, que es la variedad de su territorio, diversidad de climas, vegetación y su particular relieve, que combina zonas llanas, con sierras y montañas. Desde el punto de vista geográfico, se incluye en el área de climas subtropicales, aunque los rasgos fisiográficos de su espacio han generado una gran cantidad de modificaciones de las condiciones climáticas.
Tucumán presenta un sin número de alternativas, entre las se pueden mencionar sus festivales tradicionales, circuitos como el del Casco Histórico de San Miguel de Tucumán, el de los Valles Calchaquíes, Valle de Choromoro y el circuito de Las Yungas.
La población de la provincia es de 1.142.247 habitantes y la densidad es de 50,71 habitantes por Km2, la más alta de todo el país. Hay una distribución desequilibrada ya que la población se concentra en dos núcleos importantes, San Miguel de Tucumán y Banda del Río Salí. La población está fuertemente urbanizada, representa el 76,63% del total. San Miguel de Tucumán es la capital de la provincia, a 1311 Km. de la ciudad de Buenos Aires. El crecimiento de la ciudad ha superado los límites originales municipales, eso ha hecho que se tuviera que ocupar territorio de otros departamentos de los alrededores. La provincia se encuentra dividida en 17 departamentos (sin función administrativa) y dentro de éstos se encuentran los municipios y las comunas rurales. Yerba Buena es uno de los departamentos de la Provincia de Tucumán. Está formada por el municipio de Yerba Buena y las comunas rurales de Cevil Redondo y San Javier.
La Sierra San Javier se ubica al oeste de la ciudad de San Miguel de Tucumán, entre los 26°38´ y los 26°57´ de latitud sur, y los 65°06´ y 65°20´ de longitud oeste.
Ubicación geográfica de San Javier
Fuente: Fundación E-AMBIENTE
Limita al norte con el Río Tapia y al sur con el rio Piedras de Yerba Huasi, tiene una extensión de 34,6 Km de longitud con un ancho medio de 6 Km y una superficie aproximada de 237 Km2.
La cumbre máxima se encuentra en la punta norte en el Taficillo con 1876m, descendiendo suavemente hasta Anta Muerta a 1240 m. Hacia el extremo sur, en la zona de Villa Nougués, alcanza los 1350 msnm.
Al pie de la Sierra hacia el este, se encuentran las ciudades de Tafí Viejo, Villa Carmela, Yerba Buena, La Rinconada, San Pablo y Lules. Hacia el occidente habitan poblaciones más dispersas: Sala de San Javier, Portezuelo, Las Tipas y Tapia.
CARACTERIZACION AMBIENTAL
Clima:
El clima es cálido subtropical con una marcada estación seca en invierno (julio-septiembre).
La temperatura y las precipitaciones varían con la topografía, siendo las zonas más bajas del Parque las que registran las temperaturas más altas.
La temperatura media anual es de 20° C. Se evidencia una alta variación estacional entre el invierno y el verano.
Los cordones montañosos se encargan de detener los vientos húmedos del Atlántico, provocando que se eleven y condensen en esta zona provocando lluvias y nevadas. Por ello, las precipitaciones son más abundantes en las laderas orientales (aproximadamente 1.500 mm anuales, con extremos que superan los 2000 mm) y su mínimo valor se da en el norte (500 mm anuales). Durante casi la mitad del año las laderas orientales de la sierra se encuentran cubiertas de nubes, siendo éstas la principal fuente de agua durante la estación seca, ya que la vegetación cerrada del bosque “atrapa la niebla” y la hace precipitar permitiendo que el agua escurra suavemente hacia el interior del bosque y se infiltre en el suelo. Así se mantiene el flujo de las vertientes todo el año, permitiendo la existencia de napas que luego captan los pozos del pedemonte y la llanura. Las lluvias están concentradas en el período comprendido entre el mes de octubre y abril. Durante el año se pueden diferenciar dos tipos de lluvia:
Lluvia convectiva o “lluvia vertical” (predominante entre noviembre y marzo). Es de corta duración y alta intensidad. Puede estar mezclada con granizo y afecta una superficie limitada.
Lluvia de frente o “lluvia horizontal” representada por la neblina. Es la más importante fuente de agua durante el semestre de invierno (mayo a septiembre). Tiene su origen en los frentes fríos y húmedos del sur. Esta elevada humedad favorece el desarrollo de un tipo biológico de plantas conocidas como epífitas. Las precipitaciones son abundantes en la ladera oriental de la Sierra de San Javier con un promedio anual que fluctúa entre los 1300 y 1600 mm. La evapotranspiración potencial es de 900 mm aproximadamente, de tal manera que el balance hídrico es positivo. Hay un período de dos a cuatro meses de escasas precipitaciones, pero la deficiencia hídrica en el suelo es nula o casi nula.
Geomorfología:
El faldeo oriental de la Sierra de San Javier presenta pendientes abruptas, en contraposición al occidental con pendientes suaves y extensas. Tiene una longitud de 35 Km. y una altura que aumenta de sur a norte, alcanzando su valor máximo de 1.876 metros sobre el nivel del mar en las cumbres de Taficillo.
La fisonomía de la sierra se empezó a esbozar hace aproximadamente 600 millones de años, en el período geológico del paleozoico inferior. La columna estratigráfica de la región comienza con un basamento que constituye el núcleo de la sierra de San Javier. Presenta un metamorfismo de muy bajo grado, siendo su principal componente las pizarras gris-verdosas. Los sedimentos terciarios, del período cretácico, se adosan en el borde oriental de la sierra, formando lomadas bajas, constituidas por areniscas finas a gruesas, a veces muy cuarzosas de coloración roja y blanquecina. Los sedimentos cuaternarios depositados bajo diferentes procesos de sedimentación, han cubierto la mayor parte del área. A lo largo de la Sierra pueden distinguirse dos zonas bien diferenciadas, la zona cumbral y las vertientes.
Relieve de la Sierra de San Javier
Fuente: Fundación E-AMBIENTE
Flora y fauna:
La sierra pertenece, en su mayor parte, a la provincia fitogeográfica de las Yungas, Bosques de Neblina o Nuboselva. En su extremo noroccidental se desarrolla el bosque Chaqueño Serrano de características xerófilas, caracterizado por una menor cantidad de precipitaciones.
El ecosistema de la Sierra de San Javier es complejo y frágil. Debido a las fuertes pendientes y a las lluvias torrenciales de verano, el riesgo de erosión es muy elevado, más aún en las áreas donde el suelo no se encuentra protegido por la densa cobertura vegetal.
La exuberante selva se desarrolla sobre un suelo poco fértil, dependiendo la vegetación del constante reciclado de materia orgánica.
Flora:
La vegetación se presenta marcadamente estratificada horizontalmente (dispuestas en franjas limitadas por la altura y precipitaciones) teniendo las siguientes unidades:
Selva Pedemontana o de Transición: Es la parte más baja de la selva, presenta un aspecto más árido que el resto, con árboles de troncos rectos que en su mayoría pierden las hojas durante el invierno (caducifolios) mezclando ejemplares propios de la región chaqueña con ejemplares característicos de la selva. Alcanza una altura de hasta 400 mts. Esta zona, en la actualidad, casi es inexistente debido a que en ella se han asentado todos los cultivos citrícolas y cañeros, solo quedan algunas zonas no alteradas donde se puede evidenciar que los árboles que dominaban esta región fueron el Cebil, Pacará, Tipa Blanca, Afata Blanca, Lapacho Rosado, etc.
Selva Basal o del Laurel: Se encuentra en la base de la montaña entre los 500 y 900 mts. Se caracteriza por la presencia del Laurel del Cerro o de la Falda. Está asociado al Cedro Tucumano, Nogal del monte, Horco Molle, Tipa, entre otros. Esta zona es de mayor diversidad dentro de la selva con un promedio de 20 a 40 especies por hectárea. Sobre los árboles encontramos abundante epífitas tales como Chaguar, Clavel del aire, Helecho media suela. También hay un estrato de árboles de menor tamaño que los anteriores tales como el Ramo, San Antonio, Chalchal, Guarán, etc. Los árboles más altos de esta porción de la selva pueden llegar a medir 25 mts.
Selva de Mirtáceas: Esta se desarrolla entre los 900 y los 1300 mts. Aproximadamente. Se caracteriza por la presencia de árboles pertenecientes a la familia de las mirtáceas, tales como Mato, Arrayán, Horco Molle, Guili, Falso Guili (especie que solo se ha detectado en Tucumán, dentro del Parque se lo encuentra en el Taficillo). Aquí hay algunas epífitas, especialmente musgos epífitos.
Bosques Montanos y Pastizal: Por encima de los 1300 mts. Diferenciamos dos tipos de bosques; Los de Pino del cerro y los de Aliso, que limitan con pastizales en la zona cumbral. El Pino del cerro es la única conífera nativa del NOA, sus semillas son dispersadas por las aves a diferencia de la mayoría de las coníferas que son dispersadas por el viento. El Aliso es un árbol de crecimiento rápido que tiene semillas muy pequeñas que también son dispersadas por el viento, este árbol es aprovechado por su madera, tintórea, medicinal, y como mejoradora de suelos por su capacidad de enriquecerlos con nitrógeno.
Hacia la ladera occidental (que limita con el Valle de La Sala y Portezuelo), en la porción norte, encontramos un bosque llamado Bosque Chaqueño Serrano, con árboles de menor porte, muchos de ellos espinosos, como resultado de las condiciones más secas de esta zona. Encontramos especies tales como: Horco Quebracho, Algarrobo, Tusca, Churqui, Cardones, Palo Borracho, Garabatos, Molle Blanco, etc.
Fauna:
El Parque Sierra San Javier constituye actualmente una de las áreas protegidas más estratégicas de las Yungas en Tucumán, debido a su efecto de conectividad con sectores de Yungas ubicados en las sierras del Noreste de la provincia. Entre los vertebrados, se estima que el área protegida alberga alrededor de 400 especies. Algunas de ellas se encuentran protegidas por la convención CITES (Convención sobre el Comercio Internacional para la Conservación de la Naturaleza, UICN).
Entre los mamíferos, las especies comunes de observar son el zorro común (Cerdocyon thous) y la corzuela parda (Mazama gouazoubira). Si bien es el logo del Parque, el mayuato (Procyon cancrivorus) no es nada fácil de observar, aunque con cuidado se pueden reconocer sus huellas, principalmente a orillas de arroyos y ríos. Entre las especies vulnerables, se destacan el hurón mayor (Eira barbara), el ocelote (Leopardus pardalis) y el mayuato antes mencionado. En el Parque se pueden observar un número importante de aves y está considerado un sitio AICA (Área de Importancia para la Conservación de las Aves). Algunas de las aves comunes de observar son el taguató o garcanchillo (Buteo magnirostris), la urraca (Cyanocorax chrysops), el chalchalero (Turdus rufiventris). También se escucha el canto típico del chiricote (Aramides cajanea) y en algunos sectores la charata (Ortalis canicollis) y la pava del monte (Penelope obscura). Entre las especies amenazadas, se destaca el loro alisero (Amazona tucumana).
Impacto de las actividades humanas:
Las actividades humanas en el pasado han tenido una importante influencia sobre la vegetación natural en el Parque y la sierra en su conjunto.
En algunas áreas periféricas, el bosque fue reemplazado por cultivos de hortalizas. Por su parte, la ganadería se extendía por toda la sierra, lo que provocó el reemplazo del bosque por pastizales en algunos sectores, aunque en general el pastoreo se desarrollaba en el interior del bosque sin eliminar la cobertura arbórea, pero influyendo en la estructura y dinámica de la vegetación. En las zonas boscosas se extrajo madera de manera selectiva, principalmente cedro (Cedrela lilloi), nogal (Juglans australis) y lapacho (Handroanthus impetiginosus).
Desde mediados del siglo XX se produjeron importantes cambios socio-ambientales en la sierra. Hubo progresivo descenso de la ganadería en zonas de montaña, asociado a la reducción de los incendios del pastizal para controlar los bosques. Simultáneamente, se produjo un aumento de las lluvias, que en combinación con los otros factores desencadenó un proceso de expansión de los bosques. Entre los bosques nuevos, se destacan aquellos dominados por especies exóticas invasoras.
Existen sectores limítrofes del Parque algo afectados por ocupantes informales. Sin embargo, a pesar de su contacto estrecho con alrededor de un millón de personas, la sierra en su conjunto tiene un grado de conservación excepcional.
HISTORIA
Parque Sierra San Javier – Área Natural Protegida:
El Parque Sierra San Javier abarca el 74% de la Sierra, con una superficie de 14.174 ha. La categoría de área natural protegida permite proteger y conservar el ecosistema de Selva de Yungas y bosque chaqueño serrano, particularmente frágil y de enorme importancia en la vida de la región.
Historia del Parque Sierra de San Javier:
El 18 de Diciembre de 1948 el Gobierno Nacional, a través de la Ley-decreto N° 3855/48 del Presidente Juan D. Perón, expropia 17.000 ha. en la Sierra San Javier a 36 propietarios particulares. El objetivo era la construcción de la infraestructura necesaria para el funcionamiento de la Ciudad Universitaria dentro de una Reserva Natural.
El Proyecto Ciudad Universitaria consistía en la construcción de los edificios y espacios necesarios para distintas dependencias de la Universidad Nacional de Tucumán en la Sierra.
Por recortes de presupuestos, a partir de 1952 comenzó a disminuir el ritmo de construcción de esta obra de gran envergadura, suspendiéndose totalmente en el año 1955 por decisión de las nuevas autoridades nacionales.
Las instalaciones que hubieran constituido la Ciudad Universitaria se organizaban en dos núcleos: el principal ubicado en la zona de cumbre (1200 msnm.) incluía distintas Facultades, residencias para estudiantes y docentes, biblioteca, áreas de recreación, etc. y un núcleo secundario ubicado en el pedemonte (600 msnm.), en el área denominada Horco Molle, donde se ubicaría la enfermería, talleres, viviendas para docentes y los colegios secundarios de la UNT. Ambos grupos de construcciones se unirían a través de un funicular.
En el momento de la detención definitiva de las obras, algunas ya habían sido finalizadas, tales como:
Las 33 viviendas de San Javier: Grupo de 33 viviendas ubicadas en la zona de la cumbre, que estaban destinadas a los docentes. Consta de una casa denominada “Casa N° 8”, compuesta por 8 habitaciones individuales y un comedor colectivo y 32 viviendas familiares. El conjunto posee, además, espacios verdes, juegos para niños y pileta.
Un complejo sistema de captación de agua: Capta el agua de las cumbres de Anfama y la transporta entubada hasta San Javier, almacenándolas en grandes tanques ubicados en la zona conocida como San Agustín. En este sector se encontraban también los quoncets (estructuras metálicas desmontables en forma de bóvedas con cubierta de chapas). Estas estructuras fueron usadas por los aliados durante la segunda guerra mundial, y adquiridas posteriormente por la UNT. En éstas, adecuadamente acondicionadas, funcionó la Escuela de Arquitectura, la Escuela Universitaria de Educación Física (EUDEF), un comedor, dormitorios para los estudiantes y docentes, y la Oficina Ciudad Universitaria, encargada del proyecto.
Lago artificial parquizado: Mediante la construcción de un muro de contención de tierra apisonada se cerró un sector, permitiendo la formación de un lago. En los alrededores se colocaron eucaliptos. Esta área estaba destinada a servir como centro social y recreativo del complejo universitario. Hoy se utiliza como un Observatorio de avifauna.
Residencia Universitaria de Horco Molle: Es un conjunto de 36 viviendas ubicadas en el pedemonte de la sierra a una altura de 650 msnm.
El Monoblock: Una gigantesca estructura inconclusa de hormigón armado, de 6 pisos de altura más subsuelo, desarrollado en 130 metros de largo por 40 de ancho. Este edificio estaba destinado a dormitorios de los estudiantes masculinos. Se encuentra ubicado junto al lago.
El funicular: Como se mencionó, el grupo de construcciones se unirían rápidamente a través de un funicular. Esta obra, que se encontraba casi terminada en el momento de la suspensión del proyecto, consistía en un tendido ferroviario que unía el pedemonte con la cumbre. En su recorrido se encuentran 6 puentes que permiten salvar quebradas. La falta total de mantenimiento de esta obra la ha deteriorado significativamente, sirviendo hoy únicamente como senda peatonal.
La conclusión del proyecto de la Ciudad Universitaria hubiera significado un impacto antrópico en la región, de graves consecuencias para la conservación del área. Sin embargo, debe ser visto desde una perspectiva histórica. Este proyecto se encuadra dentro de una corriente arquitectónica conocida como “Racionalismo” que dominó el mundo desde la década del 20 al 50 y fue llevado adelante por un grupo de arquitectos argentinos e italianos, de renombre mundial, que integraban la Escuela de Arquitectura de la UNT y es estudiado como ejemplo de relevancia en la historia de la arquitectura racionalista de la Argentina.
Si bien el proyecto de la Ciudad Universitaria quedó paralizado, la propiedad continuó siendo de la UNT y el 10 de Agosto de 1973, a través de la Resolución N° 1030/73 del Rectorado de la UNT, se crea el Parque Biológico-Reserva Natural-Sierra de San Javier en dependencia del Instituto Miguel Lillo.